Muchas veces ahogamos las penas con ciertos alimentos sin darnos cuenta; esto ocurre cuando nos vaciamos las cajas de bombones o simplemente nos comemos las 4 milanesas que tanto anhelamos, con la idea de saciar esa frustración que sentimos.
Pero que pasa después? empiezan los remordimientos y la culpa.
Esa frustración tiene nombre? Qué tal si nos ponemos a buscar la solución a nuestro problema?
Por más de que no queramos aceptar, llega un punto en el que la comida llega a ser nuestro centro de atención y de alguna u otra manera buscamos la forma de olvidar y encontrar la satisfacción que nuestra vida necesita a partir de ella.
Si te sentís identificado/a con esto, necesitas algunos consejos para calmar tu ansiedad.
· Alimentos No recomendados en esta etapa
o Alimentos que contienen muchos azúcares ( estos suelen aumentar la frecuencia cardiaca, y producir palpitaciones y nerviosismo)
o Café
o Alimentos con mucho contenido graso y procesados (embutidos, chocolates)
o Alimentos con alto contenido en sodio, como patatas fritas, o snacks salados
o Alcohol
· Alimentos Recomendados
o Vegetales crudos
o Frutas crudas
o Agua
o Un puñado de nueces o avellanas
o Queso
o Huevo duro (no más de tres por semana)
Ten presente que además de la dieta, existen otras actividades que podrán ayudarte a reducir la ansiedad como:
· Deportes: baloncesto, tenis, paddle, fútbol, nadar, correr, patinar, ciclismo, etc.
Yoga, reiki, acupuntura, ayudan a reducir la tensión, logrando la relajación que tanto necesitamos, para controlar la ansiedad por comer.
Busca un equilibrio en tu dieta, busca hacer las paces con esos alimentos que son inevitables y al mismo tiempo destructivos, evita comer cuando más nervioso o ansioso te encuentres!!!
Recuerda que la comida no es sinónimo de felicidad, si no que es una fuente necesaria para subsistir.